viernes, 10 de julio de 2015


Según la UNICEF, uno de cada 5 matrimonios en los campamentos de refugiados son forzados con niñas.






'Ofrezco 2.000 dólares por casarme con tu hija menor'

Basima, una joven siria que fue obligada por su padre a casarse a los 14 años. Esta es su historia.

Como cualquier adolescente, Basima soñaba con casarse con un príncipe azul. Pero su cuento de hadas terminó cuando llegó su boda. A los 14 años su padre, Abu Jalil, la forzó a casarse con un hombre de buena posición económica y se la llevó lejos del campo de refugiados en Zahle (valle de la Bekaa).

La vida de esta joven se convirtió en un infierno, pasó tres meses con su marido e intentaba comunicarse con su familia para volver con ellos, al no conseguir lo que deseaba amenazò a su padre con suicidarse.

La pesadilla de Basima acabó hace seis meses. Al regresar con sus padres, la niña estaba embarazada, pero perdió al bebe. Manifiesta que era abusada psíquica y físicamente, cuando no quería tener relaciones con su esposo, èl la castigaba, no la dejaba salir.  
“A veces no aparecía en dos días, y tenía que dormir con sus hermanas. Yo prefería estar con ellas que tener que dormir con mi esposo”, explica Basima. Abu Jalil se arrepiente de haber obligado a su hija a casarse. “Lo hice por dinero. Su pretendiente tenía tierras y negocios. Pensé que era una buena idea y que iba a poder ayudar económicamente a mi familia”, lamenta el padre de la niña sin poder remediar lo sucedido.
El marido de Basima no quiere darle el divorcio y le exige al padre una indemnización económica de 750 dólares para dejarla libre. Ahora, Basima intenta recuperarse de aquel trauma, con la ayuda de los especialistas de la ONG Beyond.
Historias como la de Basima se repiten en todas las comunidades de refugiados en El Líbano, Jordania, Turquía e Irak.
Según un estudio de UNICEF, uno de cada cinco matrimonios en los campamentos de refugiados son forzados con menores de edad. Por lo general se presentan estos casos por problemas económicos y toman a las chicas como si fuese mercancía para así superar la crisis que estén viviendo, sin pensar en que les están violando los derechos como mujer. En este negocio se encuentran involucrados los musulmanes y lo hacen con el fin de abusar sexualmente a las jóvenes por cierto tiempo.
El principal problema es que son niñas y aún no saben nada de las relaciones sexuales y mucho menos de cómo criar a un bebé, motivo que causa trauma en ellas, que de cierta forma destruye sus vidas. Pero no están solas, hay sesiones que les realizan y les brindan total apoyo para que se sientan amparadas.


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